El pasado domingo, la Cineteca Nacional se convirtió en el escenario de un acalorado debate entre dos figuras políticas de peso en México: Andrés Manuel López Obrador (AMLO) y Diego Fernández de Cevallos, conocido como «El Jefe Diego». El encuentro, parte de la iniciativa «Cineteca Dominical», reunió a un público ansioso por escuchar las posturas de ambos personajes sobre la historia política del país, especialmente en el contexto de la época del expresidente Carlos Salinas de Gortari.
La tensión se percibió desde el inicio. AMLO, en su discurso, acusó a Fernández de Cevallos de ser un «representante genuino del régimen» y de haber «hecho el juego» al Partido Revolucionario Institucional (PRI) durante años. Para el actual presidente, «El Jefe Diego» fue un cómplice de la corrupción y las injusticias del sistema, un aliado de Salinas en la implementación de políticas neoliberales que, según él, solo beneficiaron a una élite.
La controversia: Salinas y la quema de paquetes electorales
El debate se centró principalmente en el rol de Fernández de Cevallos durante la era de Salinas y en la controvertida quema de los paquetes electorales del 88. AMLO, con contundencia, acusó a «El Jefe Diego» de haber apoyado las políticas de Salinas y de haber sido partícipe en la destrucción de las pruebas que demostraban el supuesto fraude electoral, lo que a su juicio, contribuyó a la impunidad y la perpetuación del sistema.
Fernández de Cevallos, por su parte, refutó las acusaciones con vehemencia. Presentó documentos y argumentos para defender su postura como un opositor genuino que siempre se ha mantenido en la lucha contra la corrupción. Argumentó que nunca fue cómplice de Salinas y que, por el contrario, luchó contra sus políticas y denunció públicamente sus abusos. Sobre la quema de paquetes electorales, «El Jefe Diego» se defendió asegurando que nunca participó en ese acto y que incluso, fue uno de los primeros en denunciarlo.
Los puntos de fricción: Un debate acalorado
El intercambio de ideas se fue tornando cada vez más intenso. AMLO, con su característico tono apasionado, insistió en la responsabilidad de Fernández de Cevallos en la crisis económica y social que, según él, padeció el país durante la era salinista. Señaló la participación del exsenador en la firma del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), un acuerdo que, a su juicio, benefició a las empresas transnacionales y perjudicó a los trabajadores mexicanos.
Fernández de Cevallos, por su parte, defendió su postura frente al TLCAN argumentando que este acuerdo fue necesario para la integración de México en la economía global y que, en general, contribuyó al desarrollo del país. Asimismo, rechazó las acusaciones de AMLO sobre su responsabilidad en la crisis social y económica, asegurando que, al contrario, siempre ha defendido a los sectores más vulnerables de la sociedad.
Un final sin acuerdos: El debate de las visiones
El debate culminó sin que se llegara a un acuerdo. Ambos personajes, con convicción y pasión, defendieron sus respectivas posturas, sin que ninguno de los dos cediera ante las críticas del otro. Las acusaciones y descalificaciones mutuas se mantuvieron hasta el final del encuentro, dejando al público con la sensación de un choque de visiones irreconciliables.
La Cineteca Dominical, una iniciativa que busca generar espacios de diálogo político y reflexión ciudadana, fue testigo de un debate acalorado que, aunque no logró un consenso, sin duda, encendió la discusión pública sobre la historia política del país y la figura de personajes clave como Andrés Manuel López Obrador y Diego Fernández de Cevallos. El encuentro dejó en evidencia la complejidad de la historia política de México, con sus luces y sombras, y la necesidad de continuar buscando espacios de diálogo y análisis para comprender el pasado y construir un futuro mejor.